Pedro Ortegarias nació el 18 de Abril del año 1966, en La Joya, San Fco. De Macorís, Republica Dominicana.
Es hijo de los esposos; Pedro Mª Ortega y Tomasina Arias y tiene 7 hermanos.
Recibió Educación Primaria en la escuela rural donde nació y Eucación Secundaria en el Liceo Monseñor Francisco Panal, del mismo lugar.
A los diez (10) años de edad se muestra
interesado por las artes y comienza a dibujar con un palito sobre las suaves arenas que, en la rivera, dejaba la crecida del rió Bijao.
Pedro Ortegarias inició sus estudios artísticos en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Santo Domingo, República Dominicana y se le considera como un artista de raíces "autodidacta" que, con su particular multi-estilo, plasma en sus obras el entorno que lo rodea, donde los seres que lo habitan son el verdadero universo de su inspiración.
Ortegarias es casado y ha procreado tres hijos con su esposa. Actualmente vive en Santo Domingo, República Dominicana, donde pinta y hace escultura en madera y piedra, constituyendose en un incansable investigador del Arte Contemporáneo .
Pedro Ortegarias es miembro del Colegio Dominicano de Artistas Plásticos (CODAP) y de la Asociación Internacional de Artistas Plásticos (AIAP), (UNESCO).
Exposiciones Colectivas:
1992 "Artistas al aire libre", en España.
2002 "Día del artista plástico" Colegio Dominicano de Artistas Plásticos (CODAP).
2002 "Participación en la cumbre de Artistas Plásticos de la AIAP y UNESCO", en Atenas Grecia.
2003 "Una vida 100 Amigos", Centro de la Cultura de Santiago, Rep. Dom..
2003 "Caribeños en 4 espacios" Forum Pedro Mir, Centro Cuesta Nacional.
2003 "Homenaje a Ramón Oviedo y Milán Suero" Colegio Dominicano de Artistas
Plásticos (CODAP).
2004 "Artistas Plásticos con Jimani" Colegio Dominicano de Artistas Plásticos
(CODAP).
2005 "Encuentro Nacional de Escultores" Centro de la Cultura de Santiago, R. D.
2005 "Homenaje al pintor Virgilio García" Academia de Ciencias de la República
Dominicana, Santo Domingo.
2005 "Maria La O jugando con los colores" Centro de Arte Regional Maria La O, San
Pedro de Macoris Rep. Dom.
2005 "Expocolectiva Homenaje a Don Juan Bosch" Biblioteca Nacional de Pedro
Henríquez Ureña. Santo Domingo República Dominicana.
2005 "Semana Cultura Dominicana en Brasil" Embajada de Republica Dominicana
en Brasil.
2005 "X concurso Agro y Naturaleza". Junta Agro Empresarial Dominicana, Santo
Domingo República Dominicana.
2007 "Homenaje al Buen Marcial" Museo de las Casas Reales. Santo Domingo
Rep. Dom.
2007 "XII concurso Agro y Naturaleza". Junta Agro Empresarial Dominicana Santo
Domingo, Rep. Dom.
exposiciones Conjuntas:
2002 "Dos Maneras" Colegio Dominicano de Artistas Plásticos (CODAP).
2003 "Expresiones Nuestras" Smarlin Galería de Arte Santo Domingo, República
Dominicana.
2006 "Mundo Compartido" Museo de la Familia Dominica Casa de Tostado, Santo
Domingo, Rep. Dom.
2006 "Mundo Compartido" Casa de Arte Inc. Santiago, República Dominicana.
2007 “Cianea” Portada para el poemario de Nazarena Díaz Villafaña, Ayuntamiento de San Francisco de Macorís, República Dominicana.
Exposiciones Individuales:
2003 "Leña y Chocolate", Casa de Arte, Inc., Santiago, República Dominicana.
2005 "Dieta de Paz " Centro de Arte Regional Maria La O San Pedro de Macoris
República Dominicana.
2007 "Punto de Encuentro" Palacio del Ayuntamiento de San Francisco de Macorís
República Dominicana.
Premios:
2005 2do. Premio en el "X concurso Agro y Naturaleza". Exposición Colectiva
Agro y Naturaleza. Junta Agro Empresarial Dominicana, Santo Domingo
República Dominicana.
2007 1er. Premio en el "XII concurso Agro y Naturaleza". Exposición Colectiva Agro y naturaleza. Junta Agro Empresarial Dominicana, Santo Domingo República Dominicana.
CRITICAS SOBRE SUS OBRAS:
“El arte es armonía”, George Seurat “…….una armonía paralela a la naturaleza”. Paúl Cèzanne. “Tejiendo ilusiones”, la idílica visión de la naturaleza en la obra de Pedro Ortegarias Acuciando una evolución notable en relación a sus anteriores creaciones, Pedro Ortegarias; nos muestra en su presente exposición: “Tejiendo ilusiones”, su idílica visión de la naturaleza, recreando un mundo onírico de timbre lírico, lúdico, ancestral, una arcadia soñada, la secreta ambición de perpetuar en el lienzo la referencia visual del paisaje rural colmándolo de los elementos nodales, exaltados al cenit de la belleza ambiental. Salvando con su canto armonioso y visual, la agonía y depredación planetaria, nos sumerge en la loable misión similar a la que efectuara el gran Paúl Gauguín, en su constante búsqueda del tiempo perdido, con esa mística propuesta nos pone en sintonía con la magia de la naturaleza, que el recrea con un lenguaje, ingenuo, naif, donde todo es posible, desde el vuelo fantasioso, desinhibido encantador , en el cual la perspectiva es volátil, y la simbología es un elemento aglutinador y trascendente. En la surrealizante temática de Ortegarias, el artista se reinventa en cada pieza que sale de su estro motivador, con su visión de narrador visual nos cuenta sus historias ambientalistas: El árbol en aglutinación boscosa, las aves del campo mensajeras, “petrificadas”, a lo Magritte, recursos acuíferos abundantes y limpios que brotan de cuencos de higüero, de yaguas, hojas y otros recipientes, liquido salpica, moja y riega la tierra árida, depredada, a las que al conjuro de su mágico dictamen las prepara para hacerlas parir los frutos que nos sirven de alimentos cotidiano. Tras esas aguas cristalinas, también se arremolinan, las juguetonas palomas mensajeras, o se deslizan rumorosas por las páginas abiertas de los libros como si quisieran transmitir sus conocimientos sobre la conservación del medioambiente, así también la recrea bajo la superficie terrestre, y el mar es fuente de inspiración; en el “navegan” bajo sus aguas cardúmenes de peces multicolores, ágiles, merodeando los libros, que cual veleros cruzan raudos, por la masa azul apastelada, pieza que tiene en primer plano la grácil forma de una guitarra que armoniosa la recrea aportando sus formas. Su explícito espíritu musical se expande por la epidermis de sus lienzos: guitarras, tamboras, güiras, bongoes, arpas, acordeón, elementos que le otorgan un toque folclórico, costumbrista, y al mismo tiempo refieren los buenos tiempos vividos en alegre camaradería, o cuando testimonian momentos de dulce nostalgia, la que se instala persuasiva en esas piezas armoniosas, simpáticas, un sugestivo empaque que aglutina lo mejor del campo, con lo festivo de los acordes musicales. Hay en su pintura un notable sustrato panteísta, una exaltación simbólica del árbol como guardián generoso del bosque, como origen primigenio de lo vegetal, del verde esmeralda de las montañas, de frutos jugosos, de plantas espectaculares, imprescindibles para la oxigenación humana, también traduce su representación como un grito premonitorio del holocausto vegetal, del exterminio de los mismos ante el paso de la civilización y el urbanismo mal entendidos. Su obra es un canto ecológico, la pasión por el árbol, enjundiosa y militante de la defensoría de su necesaria existencia planetaria, y del equilibrio del medioambiente, del rescate de los umbríos pero diezmados reductos boscosos, de la aldea global, obra testimonial, en la que deja jirones de su alma, su rutilante imaginación es guardián emocional, de la heredad bucólica de antaño que el pretende perpetuar tras la conciencia del hombre nuevo que deberá surgir tras la nueva educación ambientalista a la que debemos avocarnos con premura, como la única salida de asegurar la permanencia saludable del hombre en el universo depredado. Tienen sus creaciones el empaque de un realismo fantástico, ingenuo, primitivo y fabuloso, vuelo fantasioso, expresión desinhibida, naturalista panteísta, una vocación militante de forjar en sus espectadores la autoconciencia de convertirse en un propulsor de la defensoría armoniosa de su hábitat. Delirio onírico, propuesta idílica de un estadio anhelado, reforzado por los recursos técnicos del neo
puntillismo , heredad universal de Van Gogh, Pizarro Cezanne, Mattisse, Derain y Seurat, y retomando en el país por el maestro Cándido Bidó, elemento que junto a lo que denomina rayismo acentúan lo visual en la configuración de sus planos yuxtapuestos, y dan vuelo creativo a sus composiciones En su cromatismo de cálidos y fría tonalidades nos provocan una grata placidez y calma, en los que predominan, azules degradados, amarillos, verdes, grises, rojo y con ellos perpetúa una riqueza tonal, que le aportan un colorismo contrastante, exaltados con la vehemencia de sus sueños anhelados, de la pureza del entorno que es el mensaje primario de sus composiciones. Pedro Ortegarias, transita con buen augurio por una pintura primitivista, naif, ingenua, con argumento altamente humano, en el que grafica una realidad ambicionada, con la que sin dudas satisface una necesidad espiritual provocada por su sensibilidad herida ante el holocausto ambiental que nos sumerge en un mundo diezmado por la ambición desmedida de los mortales. Sus obras claman a gritos por una rectificación, pero mientras esa arcadia que promueve se entroniza en nuestros corazones, nos quedamos con la cálida exhortación de que miremos y admiremos su excelente trabajo plástico. Virginia Goris